MANIFIESTO “POR LA LIBERTAD DE LOS PRESOS DE CONCIENCIA EN CUBA”
Presentado por José María Aznar, este Manifiesto por la Libertad de los Presos en Cuba, fue respaldado por el Comité Internacional por la Democracia en Cuba durante una reunión celebrada en Praga el pasado 17 de septiembre de 2004. El Comité se creó en Marzo de 2003 bajo el patrocinio e impulso del ex Presidente de la República Checa, Václav Havel, y lo integran entre otros Madeleine Albright (EEUU); Patricio Aylwin (Chile); Jose María Aznar (España); Elena Bonner (Rusia/EEUU); Violeta Barrios de Chamorro (Nicaragua); Enrique Krauze (México); Luis Alberto Lacalle (Uruguay); Mario Vargas Llosa (Perú); Adam Michnik (Polonia) y André Glucksman (Francia). Como han denunciado la Unión Europea y prestigiosas instituciones, en la primavera de 2003 setenta y cinco pacíficos escritores, periodistas, bibliotecarios y políticos cubanos fueron injustamente apresados y condenados a penas de hasta más de veinte años de prisión. Entre ellos se encontraba Raúl Rivero Castañeda, Premio Mundial ‘Libertad de Prensa’ que concede la UNESCO, reconocido en Cuba como la voz más acreditada de la poesía y el periodismo contemporáneos. Los supuestos delitos cometidos por estas personas consistían en escribir críticamente sobre la realidad del país, denunciar la violación de los derechos humanos, prestar libros “prohibidos” (como la Declaración Universal de los Derechos Humanos) y solicitar firmas -como autoriza la ley cubana- en apoyo al Proyecto Varela, para solicita la convocatoria de un referéndum sobre el destino político del país. Lamentablemente, estos setenta y cinco prisioneros -de los que media docena han sido excarcelados por padecer graves enfermedades- no son los únicos cautivos políticos que existen la Isla. Estas últimas víctimas de la represión se sumaban a otros centenares de presos de conciencia internados en las cárceles cubanas, como es el conocido caso del Dr. Óscar Elías Biscet, fundador de una organización dedicada a la defensa de los Derechos Humanos.
A ese atropello a los derechos fundamentales de estos cubanos hay que agregar un terrible agravante denunciado constantemente por sus familiares: las miserables condiciones en que se encuentran, aislados en celdas insalubres, mal alimentados, a veces golpeados, y siempre humillados por militares y policías que parecen tener instrucciones expresas de maltratarlos para “quebrarlos” y hacerlos abdicar de sus convicciones democráticas, una práctica frecuente en la tradición represiva de este tipo de regímenes totalitarios.
Ante estos deplorables hechos, quienes suscribimos este Manifiesto le exigimos con la mayor firmeza al gobierno cubano la inmediata e incondicional liberación de todos los presos de conciencia, recordándole que Cuba es signataria de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y que no existe la menor coartada con la que pueda excusar o explicar esta flagrante violación de los derechos civiles y políticos de los cubanos.
Mientras ello no suceda, mientras existan en Cuba presos de conciencia, los demócratas del mundo entero no dejaremos de condenar al gobierno y defender a sus víctimas.
15 de septiembre de 2004